El mindfulness es la focalización de la atención en el momento presente, es un método para conseguir la atención plena, centrándonos en lo que está sucediendo “aquí y ahora”, aceptándolo sin más, sin intentar cambiar, ni juzgar nada. Su significado es plena conciencia.
“Prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación”

Su origen lo encontramos en la meditación Vipassana, una de las técnicas más antiguas de la India desde hace más de 2.500 años, se concebía como un proceso de auto- purificación a través de la auto -observación.
Aunque creemos tener control consciente de nuestra atención, lo que normalmente sucede es que estamos constantemente atendiendo a pensamientos acerca del pasado o del futuro, reconociendo solo una pequeña porción de lo que está sucediendo en el presente.
Mindfulness permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando activamente el fluir de la experiencia tal cual se está dando. Así es que, aunque experimentemos algo desagradable podremos ahorrarnos el sufrimiento añadido de tener que lograr que aquello desagradable desaparezca. Quedarse solo con lo que experimentamos sin agregar nada más es lo que la práctica de mindfulness permite. Aprenderemos así a gestionar nuestras emociones de forma calmada y tranquila.
“Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”

Este tipo de atención nos permite aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente. Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida. Una vida en la que no ponemos atención, en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aún no ha ocurrido, reaccionando de manera automática y desadaptativa.
La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno atendiendo de forma integral a los aspectos de la persona; cuerpo, mente y espíritu. Con la práctica de esta atención conseguiremos mantener un estado de equilibrio mental, mejorar nuestra salud física, mejorar nuestra autoestima y fundamentalmente valorar la vida realmente por lo que es.